Estuvimos charlando un rato con él. Nos costaba entender por qué había cerrado un local tan estupendo y con tanto potencial turístico. El hombre nos contó que estaba pensando rehabilitar el local y convertido en un Bed & Breakfast.
Por supuesto, una vez abra sus puertas, se convertirá en el Bed & Breakfast más pequeño del mundo. Un par de plantas con su propia azotea y poco más.
La perfecta localización en el corazón de Vestebro sin duda lo convertirá en un interesante lugar para ir en pareja a Copenhague. De todas maneras, no os alarméis. Con su par de plantas, aunque pequeñas, y su azotea no parece ser tan pequeño como quieren pintarlo. Así que por mucho que digan las guías dudo mucho que se convierta realmente en el Bed & Breakfast más pequeño del mundo.
Me quedé prendado de la casita. A mi vuelta a Copenhague estoy seguro que echaré un vistazo por la web para comprobar si ya lo tienen abierto.